CUIDA CÓMO ERES CON OTROS

“Las grandes oportunidades para ayudar a los demás rara vez vienen, pero las pequeñas nos rodean todos los días” -Sally Koch-.

La pregunta sobre si somos más individualistas o colectivos toca temas profundos de la naturaleza humana y la cultura a la que pertenecemos, nos moldea el comportamiento y como interpretamos la realidad.

Nosotros claramente pertenecemos a culturas individualistas, en las que el logro personal se superpone al colectivo, para lo bueno y para lo malo.

Crecemos y aprendemos en comunidad, por mucho que se esfuercen en decirnos “sé tu mismo”, hay un “sé tú mismo con otros” igual de necesario.

En medio de este entorno lleno de incertidumbre, de negatividad, asociados a soluciones y consejos centrados en ti como persona individual, ser con otros nos viene bien.

Y en nuestra historia como especie está constatado que en compañía nos va mejor.

La inteligencia es individual y también es colectiva. Todos tenemos las dos partes.

Compárate conscientemente. Pero no lo hagas para desmerecerte sino para aprender y reconocerte en tu individualidad y en el otro. Esa parte emocional te relaciona con el otro de manera natural y asertiva.

Si percibimos, reflejarte en el otro como una amenaza o algo a ignorar, nos perdemos una parte esencial para crecer como humano en todos los sentidos.

Nuestro cerebro funciona en red, tenemos neuronas espejo cuya función principal es la interacción con otros, nos gusta ser oídos y escuchados, compartir, emocionarnos con otros… entonces construye esa parte desde ti hacia otros, no la relegues y que te sirva para dar valor a lo que eres y lo que te une a los demás.

Buscad cualquier estudio sobre la felicidad, las relaciones que construimos nos ayudan a sentir bienestar a lo largo de nuestra vida, no importa el ciclo vital del que formes parte y dónde te halles.

Comencemos por ser con otros desde nuestras acciones individuales:
* Siendo amable: Cuida tu voluntad de hablar con deferencia, escuchar, preguntar, prestar atención a otras personas.

Porque si no lo hacemos corremos el riesgo de aislarnos, estresarnos, de aumentar la irritabilidad, nos hacemos más reactivos, polarizados y desesperanzados.

* Fomenta tu gratitud: Si te va bien, no lo lograste solo. Si te va mal, tampoco fueron responsables los demás. Es super sano valorar a las personas que nos rodean y que ellas lo sepan. genera reciprocidad, aún más en tiempos de incertidumbre

* Todos merecemos nuestro lugar: el que te das y el que das a otros.

* Explora tu yo social: Aprende de distintas ideas, perspectivas mientras te darás cuenta que tus límites se han ensanchado, te vuelves más flexible, abierto y proactivo con lo demás.

* Trabaja tu sentido de pertenencia: A su nivel más básico pero el más real, lo que construyes junto a otros.

Porque por encima de las circunstancias, siempre podemos elegir ser con otros, que nadie nos quite la oportunidad de serlo, de sentirlo y compartirlo.

Cuidemos nuestro yo, cuidemos el nosotros.

Ángela Moreno.
Antropóloga