LAS PLATAFORMAS Y EL TRABAJO SALUDABLE

La próxima Conferencia internacional de la OIT que se celebrará en Ginebra, en junio del 2025, tratará sobre las Plataformas de trabajo, y de su incidencia en la práctica.

Las Plataformas deben garantizar el trabajo decente, de acuerdo con el Convenio 190 de la OIT, ratificado por España en el 2022, en consonancia con el Objetivo de desarrollo sostenible num.8, de la ONU.

La Inteligencia artificial tendrá un papel sustantivo en este proceso, ahora que ya disponemos de una Ley de Servicios digitales que rige en la UE desde hace dos años, y un reciente Reglamento, vigente desde el pasado junio en nuestro País. La implantación de la IA de forma abrupta o entrópica, en mi opinión traerá más problemas que beneficios. Debemos canalizarla normativamente, no cayendo como en la afirmación en una entrevista que recogí en un diario nacional de un eminente profesor. y experto: que “... a la IA la están enseñando, incluso a mentir”, lo cual evidentemente no es generalizado, pero si deberíamos tenerla mucho en cuenta en lo sucesivo.

Lo que hace más feliz en el trabajo a una persona es que se sienta realizado con su cometido, que su trabajo sea seguro y esté bien remunerado, se le pida opinión de lo que hace, y no pierda esa perspectiva de utilidad social que tiene su tarea como persona creativa, para sí mismo y para su entorno más inmediato, en connivencia con los respetables fines de la empresa.

La evolución que ha tenido el trabajo a lo largo de los siglos es patente que ha cambiado. En la Edad Media, la de los artesanos trascendía el “temor a Dios” en el arte de laborar, y hablan los historiadores de unos principios morales íntegros que tenían que cumplir todos, como dice Erich Fromm en su libro “El miedo a la libertad”. Posteriormente El Renacimiento del siglo XVI y los principios cartesianos lo cambiaron todo, el modo de elaborar, las materias, y hasta los fines, muchos acaparadores, convirtiéndose en una lucha personal de clases, las pudientes por una parte, y la de los campesinos y artesanos por otra, para poder sobrevivir a la existencia, que coexistían con el culto o la milicia por otra. Parece que la economía del siglo XXI neoliberal, deviene por esta senda.

Daniel Kahneman, psicólogo y Premio Nobel de Economía en el 2002, ya hizo mención de alerta del cuidado, las formas, y los contenidos de orden empresarial, donde las prisas no son la mejor de las soluciones para llegar a resultados eficaces, basados en sus estudios científicos y humanistas al respecto.

La gestión de las Plataformas tendrá que basarse en principios éticos, que todavía se dialogan hoy, y tendrán necesidad de especializarse para que sean eficaces, porque la exigencia de tareas concretas es cada vez más demandada por las empresas desde hace tiempo, y por ello se valoran en un estudio de los puestos de trabajo cada vez más, las competencias y/ó habilidades necesarias para realizar un trabajo óptimo y eficaz, y si ademas queremos argumentarlo con un bienestar laboral de cada uno, empleados y empleadas, y mandos de la empresa, como proclamó la OMS en su definición de Empresa Saludable en el año 2010, es menester en mi opinión, ofrecer soluciones innovadoras y creativas en este aspecto, que lleguen al empleado-a. Una empresa saludable no está reñida con la mayor productividad, progreso, y desarrollo sostenible, en definitiva pervivencia en el tiempo, de ahí la necesidad de afrontar un Pacto Solidario inter-partes tan necesario, que Laboral Life predica hace tiempo.

Las competencias, y no solo las digitales, tienen que ejercer un papel fundamental, como aduce reiteradamente en sus escritos el profesor y mentor por excelencia, Dr. José María Peiró, catedrático de psicología social en Valencia, hoy emérito. Recuerdo hace dos años se proclamó el Año europeo de las Competencias por la Directora de la Comisión, la Sra. Ursula Von der Leyden, y a tenor de los tiempos inciertos que vivimos ahora y en lo sucesivo, el triaje por habilidades, sin que haya discriminación laboral de ningún tipo, tiene que ir imponiéndose en la nueva perspectiva laboral post COVID que aún estamos viviendo. Para ello es necesario formar comprometidamente en ello, desde las escalas de formación más básica, hasta las más sofisticadas profesiones.

Y nos preguntaremos, ¿todo esto que tiene que ver con la salud de las personas en lo que incumbe a su trabajo?. El trabajo en malas condiciones laborales, el trabajo precario, el clima laboral que se respira en cualquier empresa son factores fundamentales, y las necesidades de los empleados-as no son las mismas para todos-as así que los denominados jurídicamente “Procedimientos de Salud” deben circunscribirse cada vez más al ámbito individual de cada uno-a de los empleados. Creo que un paso adelante es que sepamos preservar la experiencia y habilidades de los trabajadores más experimentados, sin caer en el edadismo. Una gran psicóloga, Vania de la Fuente-Nuñez, que fué responsable en la OMS de la campaña mundial sobre edadismo años atrás, y sigue en ello, habla en una entrevista reciente, en revista especializada, que “las plantillas multigeneraciones son más productivas y suelen ser más creativas”. La solución no es el multitasking, donde se hacen múltiples tareas que interfieren en el rendimiento, y acaban mermando la salud física y mental de los afectados, obligándoles en muchas ocasiones al burnout emocional, donde el trabajo ya no es un referente saludable para sí mismo.

La Salud es muy fácil perderla, y muy difícil recuperarla cuando se ha perdido, y su visión debe siempre contemplada de forma holística como un Todo no fragmentable, que trascienden en la calidad de Vida del individuo en cuestión.

Quizás el nuevo abordaje de la Prevención laboral y de la Vigilancia de la Salud tenga que hacerse de otra manera, no tanto porque no sea válida la actual, sino que se dote de nuevas herramientas de valor sustantivo e indubitable, de tal forma que el bien jurídico que se quiera postular no sea tanto la mayor productividad, ó la sostenibilidad, sino el bienestar por sí mismo del productor-a, que sería el prólogo a todas las demás.

José María Aguirre Fdez. de Arroyabe
Médico del Trabajo. Prevencionista, y Graduado Social.