Los trastornos del sueño incluyen un grupo de patologías muy diversas y pueden tener su origen en otras enfermedades o bien favorecer su aparición.
Las más características son: insomnio, hipersomnia, narcolepsia, ronquido y apneas del sueño, parasomnias y otros trastornos como: síndrome de las piernas inquietas, terrores nocturnos, pesadillas y sonambulismo
Sus consecuencias abarcan todas las esferas de la vida personal: agotamiento físico, bajo rendimiento escolar o laboral, somnolencia diurna, incumplimiento de las obligaciones profesionales, familiares o sociales, absentismo laboral o baja productividad, incremento de accidentes, etc.
Para su diagnóstico se parte de la historia clínica y se confirma mediante pruebas específicas como la polisomnografía que registra las variables fisiológicas como el electroencefalograma, flujo nasal, saturación de oxígenos y frecuencia cardiaca que se producen durante el sueño. Permite conocer como es la estructura del sueño en cada persona y catalogar su trastorno.
Son de ayuda determinadas escalas o cuestionarios con un enfoque específico para determinados trastornos del sueño, como por ejemplo la Escala de Somnolencia de Epworth o el Índice de calidad de sueño de Pittsburg (ICSP)
COSTES SANITARIOS
La mayor parte de los países han estimado por diversos métodos el coste económico de estos trastornos. En EEUU Los trastornos del sueño se asocian con tasas significativamente más altas de utilización de atención médica, lo que coloca conservadoramente en 94.9 mil millones de dólares adicionales en costos cada año para el sistema de atención médica de los Estados Unidos.
La encuesta realizada a nivel nacional en más de 22,000 estadounidenses muestra que, el 5,6 por ciento de los encuestados tenía al menos un trastorno del sueño. Estas personas acumularon aproximadamente un 60 por ciento más en gastos generales de atención médica por año en comparación con quienes no tenían ningún trastorno del sueño.
Esto equivale a una estimación conservadora de 94,9 mil millones de dólares en costos de atención médica por año atribuibles a los trastornos del sueño.
En Australia Los costos económicos asociados con los trastornos del sueño son sustanciales aproximándose al 0,73% del producto interno bruto australiano y en términos no financieros representa el 3,2% de la carga total de enfermedades de Australia para un año.
COSTES SOCIOSANITARIOS
Se vinculan a la disminución de la funcionalidad durante el día relacionada con la mayor somnolencia, reducción del rendimiento y mayor riesgo de accidentes de tráfico. La apnea obstructiva del sueño es uno de los trastornos del sueño más comunes y, si no se trata, puede aumentar el riesgo de problemas neurocognitivos a medio/largo plazo, como dificultad para concentrarse y trastornos del estado de ánimo, así como incremento de las enfermedades cardiovasculares, obesidad, accidentes cerebrovasculares e hiperpresión arterial.
COSTES LABORALES
Según la encuesta médica realizada en Harvard se estiman en 7,8 los días perdidos por trabajador por: bajas por depresión u otras patologías asociadas al sueño, disminución de la productividad incremento en la accidentalidad.
En España, Los pacientes con Síndrome de Apnea-Hipopnea del sueño (SAHS) presentaron mayor número de bajas laborales > 30 días y menor productividad laboral respecto a las personas sin esta patología, aunque la proporción de accidentes laborales fue similar. Ninguna de las variables asociadas al SAHS se relacionó con los accidentes laborales. Se evidenció una asociación entre el absentismo y el diagnóstico de SAHS, y entre este último, el distrés psicológico y la productividad laboral.
El SAHS provoca limitaciones en la vida laboral de los pacientes, con un número más elevado de bajas laborales y una menor productividad.
Sin embargo, en otros estudios se muestra que, comparados con los sujetos controles, las probabilidades de accidente laboral eran casi el doble en los trabajadores con SAHS. La conducción ocupacional se asoció con un mayor tamaño del efecto.
En EEUU se calcula que hasta el 12% de los adultos en este país padecen apnea del sueño y que alrededor del 80% de ellos no están diagnosticados.
ACTUACIÓN PREVENTIVA DESDE LAS EMPRESAS
Al hablar de trastornos del sueño y trabajo es necesario tener en cuenta dos aspectos bien diferenciados:
- La influencia del trabajo en el sueño: determinados factores de riesgo presentes en el ambiente laboral pueden influir en el tiempo y/o la calidad del sueño y, si actúan de forma continuada, provocar alteraciones permanentes. Los riesgos más destacados son el trabajo a turnos/nocturno, el estrés laboral, el ruido.
- La influencia de los trastornos del sueño en el trabajo: la presencia de determinadas patologías, agudas o crónicas, que originen alteraciones del sueño (de forma directa o por efecto secundario de los tratamientos) puede determinar un mayor riesgo de accidentes laborales o, incluso, implicar limitaciones para la realización de determinadas tareas laborales. En los trabajadores que presentan trastornos del sueño debe valorarse la capacidad para trabajos en alturas, conducción, espacios confinados, trabajo nocturno a turnos, manejo de maquinaria peligrosa o, incluso, tareas que requieran elevada atención mantenida por tiempo prolongado o de gran repercusión en caso de errores
En ambos casos, a nivel preventivo, se debe actuar evitando la interacción con factor de riesgo mediante las siguientes actuaciones desde las empresas u organizaciones:
* Promoción de la salud hábitos de vida saludables-obesidad.
* Diagnóstico precoz/temprano del trastorno de sus causas u repercusiones (antecedentes y apoyo cuestionarios) incluyendo medicaciones prescritas y efectos adversos.
* Derivación especializada (unidades del sueño, especialidades implicadas)
* Control y seguimiento coordinado en vigilancia de la salud.
* Gestión preventiva: adaptaciones laborales si son necesarias teniendo en cuenta: aspectos personales, aspectos organizacionales y características/riesgos del puesto de trabajo.
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN LABORAL
En 2018 Ho ECM, Siu AMH. propusieron un marco conceptual para organizar la práctica en desarrollo del manejo del sueño en terapia ocupacional.
Se identificaron cuatro tipos de intervención eficaz para el control del sueño a partir de la bibliografía, incluido el uso de dispositivos/equipos de asistencia, actividades, terapia cognitiva conductual para el insomnio e intervención en el estilo de vida, y el uso de dispositivos de asistencia fue la intervención más popular.
Aplicando el marco de trabajo Persona-Ambiente-Ocupación (PEOP), desarrollaron un marco conceptual para organizar la práctica de la terapia ocupacional en el manejo del sueño mediante su la intervención basada en la ocupación, que podría centrarse en estrategias para:
(1) minimizar la influencia de la función corporal en el sueño.
(2) promover un entorno propicio para dormir.
(3) reestructurar la actividad diurna con un enfoque en el equilibrio ocupacional.
Mª Teófila Vicente-Herrero
Especialista en Medicina del Trabajo
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