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Líderes que me gustan: se sienten vulnerables, admiten sus errores y piden ayuda

La idea de la vulnerabilidad del líder es un tema sin duda apasionante y controvertido, porque de eso hay muchos que no quieren que se vea y que necesitamos poner encima de la mesa, porque la vulnerabilidad es inherente a la condición humana.

En nuestro contexto social y laboral, mostrarse vulnerable no parece, en principio, una opción muy seductora, bajo la premisa de que exponer las propias flaquezas nos puede convertir, en un blanco fácil para las críticas y los ataques. Los jefes piensan que esas situaciones pueden poner en riesgo su reputación, dar lugar a que se cuestione su competencia, su carácter; sienten que se devalúa su valor en la organización y, en definitiva, se avergüenzan.

Yo creo, al contrario, que demostrar su vulnerabilidad le convertirá en un líder realmente auténtico que no dirige desde la imposición y el falso perfeccionismo sino que afronta el riesgo como una oportunidad, convierte en fortalezas sus debilidades y puede llegar a ser un valioso gestor emocional para su equipo. El reconocimiento de la propia vulnerabilidad es un paso de gigante. Los líderes que asumen ser vulnerables son líderes que asumen que equivocarse es parte del aprendizaje, que no temen mostrar sus emociones y transmitir, con ello, confianza a su equipo.

Leía en el blog de JM Velasco que errar, ceder a las tentaciones, discutir con la autoestima y, sobre todo, buscar la ayuda del otro muestran que el ser es vulnerable. Para que la sociedad vuelva a confiar en sus representantes y entonces les atribuya un liderazgo auténtico es imprescindible que compartan su vulnerabilidad, de tal forma que el error se perdone y el perdón no sea una mera artimaña.

Confianza es vulnerabilidad y relacionado con la vulnerabilidad, está el coraje, la vergüenza y empatía. La vulnerabilidad implica:

• Tener el CORAJE de aceptar que somos imperfectos
• Tener COMPASIÓN con uno mismo para poder ser compasivos con las personas que nos rodean
• Poder mostrarnos auténticos para CONECTAR, para generar confianza.

Un líder que es capaz de reconocer sus propios errores se convierte en una persona más auténtica que logra establecer vínculos de valor y profundos con sus colaboradores. No existe la persona perfecta, no existe el líder perfecto.

Los líderes vulnerables -los auténticos, los que tienen los pies en la tierra- son conscientes de que, dentro de un equipo, la fuerza proviene sobre todo de la habilidad colectiva para planificar, comunicar y trabajar en conjunto, no del individualismo.

Un líder, desde el reconocimiento de su propia vulnerabilidad, es capaz de dar a sus colaboradores la opción de poder equivocarse y aprender. Porque él también lo hace.

Y ¿Cómo reconocer si en el equipo existe confianza?

Hay varias ideas:

• Saben admitir debilidades y errores
• Piden ayuda cuando es necesario, entienden que el objetivo común está sobre el objetivo personal.
• Aceptan preguntas y aportes sobre los temas a su cargo o sus responsabilidades.
• Se arriesgan a ofrecer intercambio de impresiones y asistencia.
• Aprecian e indagan las capacidades y experiencias de los demás
• Dedican tiempo y energía a asuntos importantes, no a luchas de poder
• Ofrecen y aceptan disculpas sin vacilar
• Propician las reuniones y otras oportunidades para trabajar como grupo

Con la importancia que tienen hoy las relaciones humanas en las organizaciones y en los equipos, así como el generar auténtico compromiso en las personas, la clave está en la capacidad de los líderes para conectar con los demás, para ser confiables, mostrar empatía y consideración por ellos. Y eso

La vulnerabilidad de un líder nos habla de su capacidad para conectarse con éxito con sus colaboradores. Un líder que se muestra vulnerable permite que las otras personas le vean en profundidad. Los líderes que no pueden enfrentar el miedo y las vulnerabilidades son incapaces de mostrar un liderazgo empático y cuidadoso. Pero los líderes dispuestos a compartir sus propios miedos son los líderes auténticos que otros quieren seguir.

Cuando nos acercamos a las situaciones desde una perspectiva de humildad y disposición para aprender de los otros, disfrutamos el momento. Demostrar vulnerabilidad invita a las personas a conectarse unas con otras y permite que otros vean que somos solo humanos, igual que ellos.

Solo aceptando la debilidad propia, uno se hace más fuerte. Sucede lo mismo que con el error. Solo cuando uno lo acepta y, sobre todo lo asume, puede comprender en qué momento se equivocó para no volver a hacerlo, frente a una situación similar.

La necesidad de ayuda, de pedir ayuda, es una parte esencial de ser un líder. Es ser vulnerable. La realidad es que los líderes que no necesitan ayuda no tienen a nadie para dirigir. Expresar la necesidad de ayuda frente a un reto o estar dispuesto a reconocer un error o el no saber algo, refleja una fuerza interior, una sólida autoestima, donde la valía percibida no depende de la aprobación de los demás, sino de la confianza en uno mismo. Es, además, una fuente de inspiración que estimula la confianza de los demás en uno. Necesario, no. Imprescindible.

Joan Carles March Cerdá
Profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública
Divulgador en Salud


Miércoles, 11 de enero de 2023

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