POTENCIANDO LA CALIDAD DE VIDA LABORAL Y LA PRODUCTIVIDAD A TRAVÉS DE UNA ESTRATEGIA CENTRADA EN EL EMPLEADO

Soy un firme defensor de contar con una cultura empresarial centrada en el empleado y entiendo la importancia de vincular la calidad de la vida laboral y la productividad para crear entornos de trabajo que permitan a las empresas mejorar y ser cada vez más competitivas.

Una estrategia centrada en el empleado es fundamental para impulsar la productividad. Esto implica comprender y satisfacer las necesidades individuales de los empleados, lo que contribuye a un mayor compromiso y motivación. Está demostrado y acreditado que las empresas que se preocupan por el bienestar de sus empleados experimentan beneficios significativos, como una mayor retención de talento, una disminución del absentismo laboral y consiguen un aumento en la motivación y creatividad de sus trabajadores.

Las medidas que puede adoptar una empresa para mejorar la calidad de vida de sus trabajadores son muchas y van más allá de una retribución que debe ser competitiva o de reconocer el trabajo bien hecho del empleado.

Hay que empezar por permitir a los empleados la flexibilidad laboral, permitiendo que los horarios se adapten a sus responsabilidades personales y preferencias. La flexibilidad favorece el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, lo que a su vez reduce el estrés y aumenta la satisfacción laboral del empleado.

Otra acción clave es la creación de un ambiente laboral colaborativo. Se debe fomentar una comunicación abierta y la participación de los empleados en la toma de decisiones. Los empleados que se sienten escuchados y reciben una respuesta constructiva tienen una mayor motivación para mejorar su desempeño y contribuir al éxito de la organización. Fomentar una comunicación abierta y establecer canales de conversación constantes son acciones clave para mejorar la calidad de vida laboral y, en última instancia, la productividad.

Hay que ofrecer oportunidades de desarrollo y crecimiento profesional que permiten a los empleados ampliar sus habilidades y alcanzar sus metas individuales.

Invertir en programas de bienestar integral que abordan tanto la salud física como la mental es otra de las acciones que se pueden implantar y que demuestra la preocupación real de la empresa por conseguir la satisfacción del empleado y su calidad de vida.

Para implantar una cultura empresarial centrada en el empleado hay que contar con un liderazgo claro e inspirador. El objetivo es alcanzar una cultura empresarial basada en la confianza y el apoyo al empleado porque esto permite mejorar significativamente la calidad de vida laboral y la productividad en general.

Marcos Suárez Banciella
BS Talent
Headhunter
Experto en selección y retención de Talento