Los intangibles son activos no financieros que agregan valor a la empresa y no pueden medirse fácilmente. En este artículo me propongo desenmascarar la dicotomía entre la producción, los bienes y el resto de “tangibles” frente a los intangibles, que son los que realmente aportan valor a las empresas. Preguntemos al presidente de Campofrío qué es lo que más vale en su organización, y nos dirá que lo que realmente vale es la marca, el estilo de liderazgo, la imagen, las relaciones humanas o el clima laboral en su empresa.
¿Qué son los intangibles?
Los intangibles son activos que no pueden tocarse ni medirse fácilmente, pero aun así agregan valor a una empresa. Estos pueden incluir patentes, marcas registradas, propiedad intelectual, satisfacción del cliente, comunicación interna, estilo de liderazgo, cultura empresarial, talento y otros factores no financieros que contribuyen al éxito de una empresa. Podría seguir con una amplia lista de elementos, que en otro tiempo no eran considerados un factor decisivo para el crecimiento o el posicionamiento de la empresa en el mercado.
Si un periodista, por ejemplo, posee una enorme agenda de contactos y trata de transferirla a otro colega, probablemente la agenda se devaluará, porque el valor no consiste en la información de los contactos sino en la relación establecida entre el profesional y sus contactos. Esa relación se sustenta en la experiencia, la comunicación y, esencialmente, la confianza.
Existen diversos tipos de intangibles; quizás la marca, como decía al principio, que es un signo de prestigio, de calidad, de fiabilidad, en resumen, se apoya en otros intangibles. Existen otros como la propiedad intelectual, el software, know-how, el talento o la cultura corporativa. Al final, los intangibles recaen en el capital humano de las empresas.
En la Era industrial, cuanto más grande fuesen los edificios y más maquinaria tuviesen, mejor, ese era el símbolo de poder empresarial. La ventaja competitiva se sustentaba exclusivamente en los metros cuadrados de la fábrica, su expansión en el mundo y el número de empleados; estos parámetros eran predictores de mayores niveles de producción y consecuentemente de ingresos.
Entonces, ¿qué fue de aquellos proyectos como el caso de Fordlandia? que no sobrevivió a pesar de los “tangibles” que poseía entonces Henry Ford para construir su fábrica en plena Amazonía. Sencillamente no había comunicación entre los trabajadores y los directivos, que eran enviados allí y fracasaban continuamente, no se estableció un clima laboral que tuviese en cuenta la diferencia cultural, climática, etc.
No se aprovechó el talento de los nativos para la extracción de los recursos, en resumen, se olvidaron de los intangibles: comunicación, clima laboral o liderazgo, por citar sólo los más relevantes. Al final, pérdidas millonarias, huelgas y retirada de los gerentes enviados desde Norteamérica.
Volviendo al siglo XXI, podemos calcular que los intangibles suponen más de la mitad del valor de las grandes empresas, como dice el estudio del Instituto Brookings:
"Los intangibles son críticos para el éxito de una empresa porque pueden diferenciarla de la competencia y brindar valor a largo plazo. El valor total del intangible de una empresa representa en promedio el 52% de su valor total."
Algunos ejemplos del poder de los intangibles los solemos asociar a empresas norteamericanas, de ocio, de servicios como DisneyWorld, empresa que ha tenido éxito al gestionar sus intangibles como los personajes de Disney y sus valores éticos. Su valor intangible estimado es de $55,3 mil millones. O Apple, que ha logrado crear una marca globalmente reconocida a través de su innovación en diseño y tecnología. Su valor intangible estimado es de $310,5 mil millones.
Además de estas empresas, que nadie duda del valor de sus intangibles, tenemos más cercanas a otras como Inditex, que se ha posicionado como la primera compañía española con un mayor valor intangible, según el informe de Brand Finance. Lidera el ránking. El 81% de su valor empresarial son intangibles y es la empresa que aporta más al valor total de este tipo de activos de las empresas que representan a España en el ránking, que supone el 21%. A Inditex le siguen Iberdrola, con 54 millones, y Telefónica con 36 millones.
Reflexión final
Los intangibles pueden ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de una empresa. Es importante entenderlos y gestionarlos adecuadamente. Si una empresa pierde las fábricas en un incendio y el seguro no cubre los gastos, llega la quiebra, los despidos y las pérdidas. Si posee buenos intangibles, se levanta de nuevo, se incorporan sus trabajadores y se vuelve a recuperar la normalidad. Tenemos un ejemplo muy cercano en la fábrica de Campofrío, el 16 de noviembre de 2014 la planta burgalesa se convirtió en cenizas, tras un sobrecogedor incendio que tardó 11 días en extinguirse. Sí, 11 días, se perdió todo. Tras estas pérdidas volvió con más fuerza que nunca, se quemaron sus maquinarias, sus productos, sus activos tangibles, quedaron intactos sus intangibles.