Plataforma Laboral Life

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TRABAJAR Y VIVIR, NO VIVIR PARA TRABAJAR

Vivimos tiempos difíciles en los que a veces perdemos el tiempo de vivir, viviendo sólo para trabajar cuando se dan circunstancias económicas y profesionales que nos obligan a dedicar al trabajo todo nuestro tiempo, y cuando el trabajo que desempeñamos nos exige todo nuestro tiempo. El teletrabajo y la no desconexión digital agravan esta situación, cuando llevamos el trabajo a casa o los fines de semana.

El condicionante de excesiva carga laboral y la conducta de dedicar excesivo tiempo al trabajo, son fuente de pérdida de salud, y pérdida de la capacidad de producción. La escalada de acontecimientos hasta enfermar por el trabajo es: ansiedad intensa, obsesión por el trabajo, trastorno del sueño, mal descanso, pérdida de la capacidad de atención, concentración e insigth, agotamiento creciente, deterioro del rendimiento, mayor ansiedad, mayor obsesión por el trabajo, peor calidad del sueño, mayor cansancio, mayor deterioro de la salud.

El tiempo de cada día es único, podemos alargar nuestra jornada laboral, pero no nuestro día. En un mundo cada vez más competitivo, y más en situaciones de crisis económica, las empresas, las organizaciones pueden reclamar una dedicación más exigente del tiempo de trabajo o si se quiere exigir excesiva carga laboral con cumplimiento de objetivos casi inalcanzables sino fuera con una dedicación extrema al trabajo y en ocasiones prolongando la jornada.

Es lo que se denomina trabajos “sisifémicos” que serían aquellos con elevada carga mental, con alta responsabilidad, con alta premura en su ejecución, sin apenas darnos lugar para el descanso, con objetivos exigidos casi inalcanzables, con jornadas prolongadas o necesidad de alargarla para poder atender a la tarea diaria. Finalmente, este tipo de trabajos, casi una condena, como en el mito de Sísifo, presentan un conflicto entre el trabajo y la vida, y pueden provocar sisifemia que es el “cansancio del trabajador incasable”, el agotamiento físico y mental del trabajador incansable condenado a la ingente tarea de lograr alcanzar un objetivo inalcanzable diario. Es un trastorno de la salud causado por una excesiva carga laboral. Volviendo a empezar cada día con la misma condena y la repetida frustración de no verse capaz, a pesar de que está haciendo lo máximo posible en el trabajo; por ello el trabajador se ve condenado a alargar la jornada en un intento de atender una tarea que no puede postponer; cuando no, obligado a cumplir con interminables jornadas de trabajo impuestas por conductas productivas empresariales y organizacionales del trabajo para alcanzar objetivos con desmedida sobrecarga mental contraviniendo gravemente la prevención de riesgos psicosociales.

Hay una combinación explosiva entre trabajos que consumen nuestro tiempo y apenas podemos conciliar trabajo y vida, y formas de ser en que se vive para trabajar.

El tipo de trabajadores de riesgo de padecer sisifemia, son aquellos trabajadores con alto sentido de la responsabilidad, perfeccionistas, ambiciosos, obsesivos con la vida laboral, que buscan con su forma excesiva de trabajar un reconocimiento, y que descuidan el tiempo que debe destinarse a la vida personal. En ocasiones se da la “conspiración del silencio” cuando el trabajador oculta esta dedicación extrema al trabajo por miedo a ser menospreciado por considerarle no capaz de gestionar el ajetreo laboral sin convertirse en agotamiento.

La sisifemia es una pandemia laboral, en la que caen muchos trabajadores tanto por severa sobrecarga mental laboral excesiva, como por la aptitud del trabajador proclive a este padecimiento.

Cuando esta combinación de trabajos con excesiva carga mental, alta exigencia en cumplimiento de objetivos marcados por la empresa por su sistema organizacional y trabajadores excesivamente dedicados al trabajo puede caerse en el agotamiento mental y físico (la sisifemia) y dar lugar a dos condiciones extremas:

* Pérdida de la salud del trabajador, pues a este agotamiento físico y mental, pueden añadirse desarrollo de enfermedades psicológicas (ansiedad, depresión, trastorno del sueño, adicciones) o físicas (infartos, hipertensión, procesos vasculocerebrales, dolores de espalda, cefaleas, diabetes, obesidad). También puede motivar presentismo o trabajar enfermo.

* Pérdida del talento para la empresa, pues el trabajador puede decidir por su salud, renunciando al trabajo como dimisión personal, entender que el tipo de trabajadores afectados, reúnen las condiciones “ideales” responsables, perfeccionistas, dedicados al trabajo, incansables.

Fuera del trabajo hay vida, y hay que hacer lo posible para promocionar sistemas organizacionales que promuevan conductas saludables con equilibrio entre el trabajo y la vida.

Conclusiones preventivas para fomentar la conciliación trabajo y vida personal

* Responsabilidad del trabajador con cambios de conducta que permitan conciliar trabajo y tiempo personal para ocio, descanso, relaciones. Cuando el deterioro está consolidado es preciso el abordaje conductual psicológico.

* Responsabilidad empresarial in vigilando, adecuando tareas y cargas de trabajo, con plantillas suficientes y cambios en la organización y planificación del trabajo. Fomentar la conciliación del trabajo y la vida personal. Atención al trabajador “incansable” cuando pasa del ajetreo ordinario del trabajo al agotamiento.

Dr. José Manuel VICENTE PARDO
Director de la Cátedra Internacional de Medicina Evaluadora y Pericial. Universidad Católica San Antonio de Murcia. UCAM
Jefe Unidad Médica Equipo Valoración Incapacidades INSS Gipuzkoa.


Domingo, 13 de agosto de 2023

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